Vall Llach nació a principios de los 90 como nacen la mayoría de los proyectos vinícolas, con una inversión en fincas y viñas, mucha ilusión, y una buena dosis de mentalización para el trabajo constante.
Sus propietarios e impulsores, Lluís Llach (el conocido ex-cantautor catalán) y Enric Costa siguieron sus instintos -y su corazón- y apostaron por Porrera, una población perteneciente a una denominación de pujante prestigio (Priorat), y por trabajar viñas de entre 60 y 90 años de las variedades Cariñena y Garnacha. Para dotar de más complejidad a sus vinos, complementaron también su terruño con Merlot, Cabernet Sauvignon y Syrah.
Una década después, su apuesta por una microproducción controlada y una elaboración cuidadosa ha dado sus frutos, y sus vinos, Embruix, Idus y, principalmente, Vall Llach, se han convertido en un referente de calidad en una región que de por sí ya es rica en grandes caldos.
Para completar la consolidación, estos últimos años han conseguido situar sus referencias en muchas de las cartas de vinos más importantes de España. Sin ir más lejos, Josep Roca, uno de los más prestigiosos sumilleres de Europa y jefe de sala del restaurante El Celler de Can Roca (Girona, 2 estrellas Michelin) citaba el Vall Llach como uno de los 10 vinos imprescindibles de Catalunya.
¡No os los perdáis!
www.vallllach.com