Henri Bonneau representa la duodécima generación de su familia que se dedica a la elaboración de vino. A sus 70 años ya superados, Henri no ha dejado nunca de mimar con cuidado extremo sus 6 únicas hectáreas...
Locura en el exterior de la botella y seriedad en el interior, eso es lo que asegura que ofrece con sus vinos Christian Audigier, creador de las marcas de moda street Ed Hardy y Christian Audigier, que...
Las etiquetas de los vinos tintos (Xtra Syrah y Merlot/Cabernet) de esta bodega situada en el Pre-Pirineo aragonés (Ayerbe, Hoya de Huesca) son un trabajo conjunto de la artista y el estudio oscenses Mapi...
Su gusto por la moda, su peculiar modo de transmitir sus conocimientos sobre el vino, su particular homenaje a la serie Sexo en Nueva York en su blog y su manera de ser la han convertido en el álter ego español del personaje. Sus primeras incursiones en el mundo vinícola fueron de la mano de su padre, Toni Falgueras -propietario del Celler de Gelida, una importante vinoteca catalana-, pero las siguientes han sido mérito propio. Sus dulces facciones, su perpetua sonrisa, su juventud y su aparente candor esconden una chica lista, con un punto provocador, que sabe muy bien lo que quiere y que está dispuesta a comerse el mundo para conseguirlo. ¿Cuál es tu formación?
Soy licenciada en Humanidades por la Universidad Pompeu Fabra. Realicé un postgrado de composición del texto. Soy Doctoranda -aún no he entregado tesina- de comunicación en la Universidad Ramon Llull y he estudiado museología en la Università di Firenze y literatura en la Sorbona de París.
En cuanto a mi formación vinícola soy sumiller por la Escola de Restauració de Barcelona, tengo un Máster en Viticultura y Marketing por la Escuela de Espiells y el tercer nivel del Wine & Spirits.
¿Cómo te definirías?
¿Una sumiller comunicativa?
¿En qué proyectos estás inmersa ahora? ¿A qué te dedicas profesionalmente?
Estoy muy emocionada con mi blog www.winesandthecity.com. Allí tengo libertad para escribir lo que quiera, y es una manera de entrenarme para hacerlo mejor en mi trabajo. Actualmente soy freelance y me dedico a dar formación, escribir en medios especializados (Vinos y Restaurantes, Descobrir Cuina, Cupatges) y otros como la revista Acqua o el Magazine de La Vanguardia. Tengo mi sección sobre vinos y tendencias en COM Ràdio y colaboro en el programa del Canal 33 En Clau de Vi como asesora técnica.
A pesar de tu juventud me consta que son varios los reconocimientos o premios que has obtenido ¿podrías hablarnos de ello?
Fui Nariz de Oro Joven Promesa en 2007 y quedé tercera en el concurso español. Este año la D. O. Rueda me ha nombrado Dama Blanca y la D. O. Catalunya ha premiado mi blog por sus contenidos.
En tu trayectoria laboral se ve claramente la influencia profesional de tu padre. ¿Crees que si él no se hubiera dedicado al vino tu ocupación sería otra? ¿Qué camino hubieras escogido si no?
Soy la quinta generación del Celler de Gelida, por mucho que me encanten el arte y la literatura el vino lo llevo en la sangre. Mi padre, desde pequeña siempre me llevó con él en los viajes por la viñas y me inculcó el amor por el vino. Aún así no me obligó a seguir su profesión, es algo que ya sale de una misma. Él, mi madre y mi hermano, que trabajan juntos en el Celler son mis grandes consultores y me apoyan para que enfoque el vino a mi manera. Yo quería ser escritora y mi gran sueño es publicar alguno de los libros que he escrito.
Supongo que por ser quién es [tu padre], se te habrán abierto muchas puertas en el mundo del vino pero... ¿en algún momento ha sido un hándicap?
Ser la hija de Toni Falgueras es un honor, pero sobre todo en Catalunya siempre soy la "hija de". Mi padre es muy querido en el mundo del vino y es agradable compartir sus amistades. Pero en el caso de los medios de comunicación es un camino que he explorado yo misma. Estuve en Estados Unidos el pasado verano haciendo artículos en Napa Valley y Sonoma y allí era sólo Meritxell Falgueras.
Es cierto que hasta hace poco la gente utilizaba la coletilla "hija de Toni Falgueras" para referirse a ti y eras conocida en un reducido círculo. Sin embargo, hará unos tres años que conseguiste una entidad propia, te has desprendido de la susodicha etiqueta y cualquier persona del mundo enológico o te conoce o ha oído hablar de ti... digamos que ha habido un boom Meritxell ¿cómo has conseguido esta popularidad? ¿Cuáles crees que han sido las claves?
Hace muchos años que escribía y quería hacer realidad mi visión del vino. Ahora estoy cosechando los frutos. Aparte era un sueño, un deseo por el que trabajaba, algo que ahora se está haciendo realidad. ¡Y si me dejaran tengo tantos proyectos! Ideas de programas de televisión, libros, actividades, ponencias...
En cuanto al tema de tu estancia en California ¿qué opinión se tiene allí de los vinos españoles? ¿Qué deberíamos aprender de ellos?
Los vinos españoles allí tienen buena fama, sobre todo por su relación calidad-precio. Tendríamos que aprender de los americanos a no tener envidia los unos de los otros en el mundo del vino y unir las fuerzas para mejorar el consumo, la educación y el enoturismo.
¿Hacia dónde es tu próximo vuelo?
París, tengo muy buenos amigos y voy a dar una ponencia sobre vinos españoles.
De los lugares que has visitado ¿cuál es el que te ha impactado más? ¿por qué? ¿dónde volverías? Entre los que todavía te quedan por ver ¿dónde te gustaría ir? ¿por qué?
Italia me hace sentir diferente, para mí es el país más maravilloso del mundo. Mi ciudad es Florencia (viví un año) y tengo muchos amigos en Roma. Sólo me falta por visitar Sicilia.
¿Has pensado en prepararte el Master of Wine?
He pasado el examen para entrar en el cuarto nivel del Wine & Spirits y estoy perfeccionando mi inglés por si más adelante me animo. El problema es que, aunque me interesa todo lo relacionado con el vino y no quiero dejar de estudiarlo, me interesa más lo que hay a su alrededor. Los buenos sumilleres y grandes especialistas sólo se dedican al vino en sí. A mí me interesa el vino en su faceta social, su comunicación, cómo hacerlo más atractivo para que llegue a más gente...
Eres joven y mujer, dos aspectos para que a una no la tomen en serio en algunos círculos, como en el del vino ¿cómo has ido capeando el temporal?
Al principio con muchos disgustos pero después más que tomármelo como un problema le he sacado su parte buena. He intentado ser original y aportar una perspectiva más moderna al vino.
Algunas personas han tachado de superficiales tus artículos ¿qué puedes decir ante eso? ¿crees que si hubieras sido hombre, en lugar de superficial, te hubieran catalogado con la etiqueta de innovador?
En el Eterno retorno de Nietzsche lo más superficial y lo más profundo se juntan. El vino no tiene que ser sólo para profesionales. Se puede hablar de él de un modo más desenfadado sin bajarlo de nivel, para que más gente pueda disfrutar de sus grandezas. La originalidad siempre comporta críticas y las acepto. Es una pena porque fuera de España la gente valora más mi esfuerzo, en cambio aquí en ocasiones es interpretado como superficial. A veces creo que lo más fácil es hablar de vino de una manera seria pero es muy aburrido, y no es mi manera de ser.
¿Cuáles son tus vinos preferidos y con quién, dónde y cuándo los tomarías?
Cato tantos vinos al día que a veces mi mejor momento es cuando llego a casa y me tomo un té delante del ordenador. El vino lo tomo con alguien con quien realmente vale la pena conversar, y me gustan los tintos que se van abriendo lentamente.
¿Qué proyectos tienes para el futuro?
¡Muchos! Pero hacerlos tangibles es más difícil. Sueño con publicar un libro sobre cuentos de vinos que ya estoy escribiendo y ojalá pudiera hacer mi propio programa de televisión.
En la revista Time Out confesaste tu debilidad por el lujo ¿qué es para ti el lujo?
No soy tan glamourosa como la gente cree. Para mí el lujo es poder pasearme por mi barrio, comprar flores frescas, llevar unos buenos tacones y vivir experiencias excepcionales. A veces éstas son cenar en un sitio delicioso y exclusivo; otras, escuchar una buena canción en una puesta de sol. ¡Las cosas lujosas me encantan siempre que no pague yo!
Háblanos de tu colaboración con la firma Givenchy.
Givenchy empezó a sacar unas ediciones exclusivas de añada de los míticos perfumes Amarige, Organza y Very Irrésistible. Por ejemplo, en el coupage floral de Very Irrésistible en 2006 estaba la rosa centifolia de Châteauneuf de Grasse, porque fue la flor que más despuntó en esa añada, y en 2007 fue la rosa de Bulgaria.
Yo me encargaba de explicar las notas olfativas de las fragancias y luego brindábamos con champagnes Veuve Clicquot, de coupage y de añada. El aroma es la parte más íntima del vino, y jugar con los perfumes para que los clientes entendieran lo importante que era la noción añada ¡fue muy enriquecedor!
¿Qué caprichos te permites? ¿Cuáles son tus marcas y diseñadores preferidos?
Siempre voy de Isabel de Pedro, una gran diseñadora y una amiga que hasta se ha atrevido a hacer una colección sobre vino.
Te propongo un reto. Identifica los siguientes conceptos con un vino: amistad, vida, juventud, amor, clase y lujo.
Amistad me sabe a Rueda, porque es aire fresco, a mis amigas del barrio de toda la vida les encanta y porque los verdejos me dan muy buen rollo. Vida: el cava con sus burbujas, que son ilusión, magia, alegría, inspiración, gastronomía, fiesta, brindis, romanticismo... ¡ésta es mi manera de entender la vida! Juventud: una buena maceración carbónica me recuerda a toda la vida que hay en el vino, la juventud de su fruta, la versatilidad de su temperatura. Amor: un buen vino con reserva, que se va abriendo en copa, que se cría en botella. Clase y lujo: un sauternes porque es oro líquido.
Sé que te gusta la música clásica ¿te atreverías a hacer un maridaje de dos de tus piezas preferidas con vino? ¿Y con algo actual?
Utilizo la música clásica para estudiar pero soy más de jazz para escribir. Prefiero maridar los vinos con canciones que representen momentos, como Alegría de Cirque du Soleil con cava; Meravigliosa creatura de Gianna Nannini con un buen Barolo; un rock con un Priorato; un verdejo de Rueda con un soul, un elegante burdeos con chanson francesa; un oporto con canciones de Amalia Rodrigues...
¿Cómo te gustaría verte en diez años?
Como un buen vino que mejorara con los años, también físicamente, la edad es mental. Me gustaría tener grandes proyectos internacionales (hablo cinco lenguas) siempre dedicados a la comunicación y al vino.
¿Qué haces cuando el vino deja de ocupar tu tiempo?
Estoy bastante obsesionada con mi trabajo así que a veces no le dedico demasiado tiempo a mis aficiones, pero mis amigos son cruciales y me encanta dedicarles mi energía. El gimnasio es mi fuente de fuerza e inspiración, y tomar el sol leyendo en mi hamaca es mi manera de relajarme.
¿Qué te parece cerrar esta entrevista con un recuerdo de tu niñez?
En la tienda, cuando era pequeña, en Navidad, nadie podía estar por mí. Mi abuela, mis primos, mis padres, todos estaban atendiendo a clientes. Me ponía al lado de las degustadoras de vino con mi Barbie y las escuchaba. "Este vino es afrutado, la acidez es elegante, tiene cuerpo en boca". Luego iba a clase y describía a la gente como si fuera un vino, con olor y sabor. ¡Los profes no entendían de dónde sacaba ese vocabulario!