Vall Llach nació a principios de los 90 como nacen la mayoría de los proyectos vinícolas, con una inversión en fincas y viñas, mucha ilusión, y una buena dosis de mentalización para el trabajo constante.
Sus...
He aquí el primer verdeJO! catalán.
“Joder!”, es lo primero que dijo Josep Maria Vaquer Bes, el fundador del Celler Mariol, de Batea (Tarragona), cuando sus hijos Marta, Josep Maria y Miquel le comentaron...
La bodega francesa Pommery ha lanzado POP Earth, versión eco-friendly de su “champagne anticonvencional”.
El Brut, que combina Pinot Noir, Pinot Meunier y Chardonnay, se elabora con uvas procedentes...
Esa fusión se encuentra en Fresita, producido por Viña Casal de Gorchs en Santiago de Chile. Un assamblage de Chardonnay y Sauvignon Blanc, fermentado siguiendo el método Charmat (es decir, en grandes depósitos de acero inoxidable), e infusionado con pulpa de fresa.
En el siglo XVIII, al explorar las tierras australes chilenas hoy conocidas como Patagonia, el expedicionario francés Amédée-François Frézier halló una fruta de intenso color rojo. Quedó fascinado con el dulce aroma y delicioso sabor de su descubrimiento, así que llevó a su país, para su cultivo, las primeras plantas de fresas. Pasó el tiempo y el fragante fruto sedujo a la reina, que lo adoptó con su usual copa de champagne.
Fresita es un vino espumoso de baja graduación alcohólica (8º C) que hermana una vez más los sabores del Nuevo Mundo y la Vieja Europa. Tómalo bien frío, como aperitivo o acompañando el postre, y dinos qué tal…